17 de junio de 2014

Rusia 2014: Coreografía sobre los muros del Kremlin

rosiyya

Rusia se presenta en su tercera fase final desde la desintegración de la URSS: Estados Unidos 1994, Corea y Japón 2002 y Brasil 2014. Fabio Capello ha conseguido transformar a una Rusia decadente en un conjunto competitivo que en ataque preserva su estilo tradicional, dinámico y combinativo.  El propósito declarado es ganar experiencia para el 2018. Son los hitos reiterados por Fabio Capello para descargar de presión a un grupo que por calidad puede alcanzar las rondas finales.  

El sorteo ha agrupado a Rusia con Bélgica, Corea del sur y Argelia. Un grupo de ambiguo: en teoría asequible y en realidad muy similar al de 2002 (Bélgica, Japón y Túnez). El objetivo real de Rusia es superar por primera vez la fase de grupos.

El primer éxito de la 'sbornaya' (selección nacional) ha sido superar en el grupo de clasificación a Portugal y conseguir una plaza directa en Brasil. Desde verano de 2012 Capello ha cambiado la configuración de la selección rusa estableciendo un once muy bien complementado y generando competencia interna en cada convocatoria. El técnico italiano ha tomado decisiones esenciales: no convocar a Arshavin, sustituir a Denisov por Glushakov en el mediocentro, a Kerzhakov por Kokorin en la posición de 9, y dejar a Dzagoev en el banquillo para disponer un esquema tres mediocentros que resalta a Shirokov en el rol de distribuidor y llegador y a los volantes de banda. Significativamente, Capello también ha nombrado capitán a Shirokov en detrimento del conflictivo Denisov. El líder es Capello y la federación rusa se ha apresurado a renovarle hasta el 2018, aumentando la posición de fuerza del italiano.

Equilibrio y dinamismo. En el fútbol postmoderno la mayoría de los equipos trata de juntarse mucho en defensa y desplegarse rápidamente en ataque, cerrar espacios - aprovechar espacios. Capello lo ha resumido en una idea: "Hay que defender en veinte metros". La mayor atención defensiva y mantener el bloque compacto son las premisas de su selección rusa. La elección de los nombres en el mediocentro también contribuye a la mejora defensiva: Glushakov y Faizulin aúnan calidad técnica, sentido táctico y mucho despliegue físico. En ataque el repertorio es amplio: profundidad con volantes de banda a pie natural que también hacen las diagonales (Kombarov, Zhirkov, Samedov) y mediocentros llegadores. El plan B es un 4-4-2 en doble pivote con Dzagoev y/o Kerzhakov para abrir espacios en torno al área rival.

La Rusia de Fabio Capello acude a Brasil con un estilo compacto en defensa y creativo en ataque. La alegoría se representa en el uniforme rojo intenso, inspirado en el color de los muros del Kremlin.

1 comentario:

  1. Mucho tienen que cambiar las cosas en esta Rusia si quieren hacer historia como anfitrionas. Pinta mal, la verdad. De las selecciones, por desgracia, más decpcionantes para mí. En el último partido contra Argelia con todo en su mano para pasar no dieron ninguna sensación de peligro. Veremos que pasa.

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